Los traileros que pierden el control de sus dobles remolques por exceso de velocidad o registran fallas en sus frenos prefieren ‘jugársela’ y maniobrar sus camiones, — aunque esto signifique muchas veces estrellarse con otros automóviles o derraparse sobre la cinta asfáltica —, a usar las rampas de frenado que tienen las carreteras de cuota federal en el país debido los excesivos costos que representa usar esta infraestructura, diseñada para salvar la vida de los conductores.
La rampa es el último recurso que deciden utilizar los operadores de estos camiones ante lo oneroso que resultan las maniobras de rescate y salvamento. El gobierno federal refiere que debido a los materiales que se utilizan como una cama con material granular y un camino de servicio auxiliar; así como el uso de una grúa para el remolque, el costo puede ascender a más de 200 mil pesos.
“Evitamos la rampa de frenado porque muchas veces traemos el seguro vencido o en todo caso la póliza no cubre ese gasto extra, por eso nos aventamos a no usarla y maniobrar en caso de una emergencia, porque es extremadamente caro salirte del pavimento, pues el uso de las grúas es lo que infla todo el precio”, relató Ignacio Casimiro, trailero del Estado de México.
Esto ha provocado que dichas plataformas de frenado sean ignoradas por los transportistas que buscan evitar a toda costa pagar estas cantidades que significan hasta un año de su sueldo, pues este gasto no es absorbido por las empresas o las aseguradoras al tratarse de un servicio adicional a las autopistas, por lo que queda a merced de las grúas el costo final del trabajo de rescate.
La administración federal precisa que el uso de las rampas de emergencia “no tienen un costo como tal” y que los gastos que se generan son derivados por los daños o el reacomodo de los materiales tras usar la rampa, que pueden ser cubiertos en su totalidad por la aseguradora de la unidad.
Sin embargo, en caso de no contar con seguro, los autos particulares menores a 3.5 toneladas deben pagar un deducible de siete mil pesos, en el caso de vehículos mayores a 3.5 toneladas sin seguro, éstos deberán cubrir el costo directamente y al 100%. A esto se le suman las maniobras de rescate de las grúas que son utilizadas y que al final termina siendo excesivos ante la falta de regulación de los precios.
Según la normatividad vigente, una rampa de emergencia para frenado es una construcción que requiere un diseño específico de acuerdo a la orografía, entre otras cosas, con el principal objetivo de que un vehículo pesado tenga la oportunidad de que a kilómetros de distancia haga uso de este espacio diseñado como una alternativa de seguridad, refiere Caminos y Puentes Federales (Capufe).
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), detalla que uno de cada ocho percances entre de automotores involucra camiones de carga. Mientras que, en el total de siniestros en carreteras, los camiones están implicados en el 17% del total de incidentes fatales.
Por si fuera poco, 7% de los accidentes con daños personales, la mayoría de los accidentes que ocasionan daños en los conductores son percances que involucran a equipos pesados. Esto ha encendido las alarmas de organizaciones de movilidad y de diputados federales que han solicitado la gratuidad de las carreteras federales y poder reducir los accidentes mortales a causa de los traileres.
¿Qué pasa si utilizo una rampa de frenado?
En caso de que un automovilista o trailero decida utilizar este tramo de salvaguarda tendrá que sujetarse a los precios que estipule el concesionario o la empresa que tenga a cargo la vialidad. La Norma Oficial Mexicana NOM-036-SCT2-2016 establece la obligatoriedad de que las rampas se fabriquen en las autopistas de cuota; sin embargo, estas no serán gratuitas debido a los materiales que se utilizan. Además, se tendrá que negociar el precio final de las grúas que se utilicen así como el tiempo que se requieran. El reglamento de carreteras menciona que si tu vehículo llega a tener una volcadura dentro de la cinta asfáltica, los cobros se realizarán de acuerdo con el tabulador de la SICT, influye el tiempo de espera, el arrastre, qué tipo de unidad se utilizan, entre otros aspectos.
Pero el problema es que, si bien la rampa de frenado es una salida del camino, el reglamento especifica que los cobros fuera de ella son libres, por eso las cantidades pueden ser estratosféricas. De ahí los llamados cobros libres.
La recomendación para los operadores es que esperen a su aseguradora porque muchas veces se firman hojas en blanco a merced de las grúas. Antes de que empiecen las maniobras o que realicen el servicio, el conductor tiene que saber el precio final de cuánto se les va a cobrar por los trabajos requeridos que se realizarán en este tramo. Hay que aclarar que algunos seguros no cubren el uso de la grúa, de ahí que se generen estos gastos tan grandes.
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