Sin mencionar los cuestionamientos del Estado sobre sus crecientes emisiones contaminantes nocturnas, Pemex buscó ayer minimizar las columnas de humo amarillo y negro que salieron de su Refinería en Cadereyta asegurando que eran "99 por ciento vapor de agua".
Ante la alarma del área metropolitana de Monterrey, la petrolera estatal sostuvo que aplicó un protocolo de seguridad, sin detallar la causa, y que la Refinería opera con normalidad.
"Pemex informa que hoy (ayer), a las 13:09 horas, llevó a 'paro seguro' una de las plantas de la Refinería de Cadereyta", consta en el comunicado de tres párrafos.
"Este procedimiento, que se aplica de manera preventiva, generó -durante siete minutos- una columna de humo, cuyo contenido era 99 por ciento de vapor de agua y el 1 por ciento restante era remanente de hidrocarburo, lo que le dio coloración amarilla a la columna de vapor", añade.
Según Pemex, el Sistema Nacional de Información de la Calidad del Aire no mostró cambios en su monitoreo, por lo que no hubo riesgo para la población.
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