El presidente dio a conocer este domingo que se había vuelto a contagiar de covid y cancelaba su gira en Yucatán para volver a la Ciudad de México. La jornada comenzó al salir del hotel Fiesta Americana del emeritense Paseo de Montejo para trasladarse a la Base Aérea Militar, BAM, número 8 donde estaba programado un desayuno para revisar los avances de obra de los dos últimos tramos del Tren Maya a cargo de la Sedena.
Desde el lobby fue abordado por un ensombrerado con una carpeta que lo siguió hasta la Suburban que lo llevó a la BAM. El sábado ya se había sentido mal, como agripado, lo que siguió el domingo.
Pero al llegar a la base aérea lo revisó un médico y se canceló la gira, no fue al desayuno y volvió a la ciudad de México en un Grumman de la Fuerza Aérea Mexicana.
Los reporteros de la fuente, no estaban, porque esas reuniones son siempre privadas y así se los había ratificado Jesús Ramírez, que ese día no lo acompañaba pues estaba en Nezahualcóyotl apoyando la campaña de Delfina Gómez.
Sin embargo, aseguró que la suspensión era un rumor y que la visita seguía normal lo que López Obrador corrigió en su tuit de las tres de la tarde:
Ni modo, amigas y amigos: salí positivo de covid-19. No es grave. Mi corazón está al cien y como tuve que suspender la gira estoy en la Ciudad de México y de lejitos festejo los 16 años de Jesús Ernesto. Me guardaré unos días. Adán Augusto López Hernández encabezará las mañaneras. Nos vemos pronto.
Ya había una versión, pues, pero era solo eso, una versión, lo que desató las más locas historias. Pero no fue un complot fue, sencillamente, el vacío por la falta de un parte médico oficial sobre el estado de salud del presidente de la República.
Y es que no saben que no hay vacíos, éstos se llenan de inmediato y con adversarios de quien los provoca.
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