Primero la pregunta obligada. ¿Cuántos mexicanos recuerdan hoy los tiempos del presidente mexicano más populista de la historia? No, nos estamos hablando de López Obrador. Hablamos del ex presidente Luis Echeverría, quien murió al cumplir cien años de edad; una historia ruinosa del país y una muerte que, a querer o no, abrió los ojos a muchos mexicanos de mediana edad y que se asustaban del populismo “trasnochado” de López Obrador. Sin embargo, lo que muchos de esos mexicanos no saben es que entre 1970 y 1976 del siglo pasado, Echeverría impuso los horrores del populismo: horrores como la represión, el crimen, guerra sucia, asesinato de empresarios, la cárcel a opositores y adversarios, además de la ruina económica y el aval a las peores dictaduras del mundo.
Sí, “película de terror” que los mexicanos volvemos a ver y padecer en la gestión de López; tragedia que hoy no sólo se multiplicó sino que hace ver a Echeverría como aprendiz, frente a la consolidada dictadura criminal del peor presidente de la historia: López Obrador.
Presidente que muestra las peores vilezas del poder supremo al intentar destruir a una ciudadana emblema de la poderosa fuerzas de las mujeres mexicanas; esas que a diario crían, educan, enseñan y construyen la fortaleza de millones de mexicanos.
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